martes, 3 de mayo de 2011

Diario de Ecuador 7: En la tierra de los Shuar


   30 Noviembre 2007 

     Hola a todos ¿cómo estáis?

   Pues yo aquí sigo, soltándoos el rollo, ah, se siente.

   Como os contaba en el último mail, fuimos esa noche a ver el Tungurahua en acción y.... oooooohhhhhh!!!!!!  ¡¡cómo mola!!

    Cada pocos minutos el volcán nos deleitaba con una explosión, veíamos como las rocas incandescentes subían varios centenares de metros, parecía que se quedaban suspendidas durante un par de segundos y luego caían varios cientos de metros más abajo para barrer todo el cono del volcán a una velocidad asombrosa. Dios, por el día no parecía que escupiera rocas tan enormes pero por la noche se veía en todo su esplendor. Un espectáculo sobrecogedor y como estábamos lejos, en la montaña de enfrente, primero lo veíamos y luego nos alcanzaba la explosión que nos hacía retumbar el pecho. Qué pasada... ver un volcán en la tele es un espectáculo pero al natural es algo hipnótico y terrible.

    Ayer nos fuimos a Puyo, la ciudad donde íbamos a ir con las bicis y al final no llegamos. Cogimos un autobús y nos plantamos allí en un par de horas, el viaje fue de vértigo también, ya os conté el tremendo desnivel de esa carretera que baja de los Andes a la Amazonía. Los conductores de autobús no se andan con chiquitas en este país, se pican entre ellos y bajan tomando las curvas a mucha velocidad, da un poco de miedo pero los ves tan seguros de si mismos y ningún lugareño se queja, o sea que es algo habitual aquí. Claro que por eso las cunetas de las carreteras están plagadas de cruces y ramos de flores..

     Puyo es una ciudad de colonos en la selva, se ven muchos indígenas de las tribus reconvertidos a ciudadanos modernos, pero creo que hay más colonos que otra cosa. La verdad es que a pesar del inmenso tamaño de la selva (sólo hemos recorrido una pequeñísima porción del más pequeño de los países por donde se extiende la Amazonía)  pudimos ver el tremendo impacto que los humanos causamos sobre ella.   Kilómetros antes de llegar a Puyo ya se empiezan a ver grandes zonas devastadas, hay granjas de colonos que han deforestado y se dedican a criar vacas o a cultivar la tierra. Grandes máquinas arrancan la vegetación y crean nuevas pistas o preparan el terreno a nuevos colonos. Hay muchos trailers cargados con los restos de lo que fueron hasta ese día enormes árboles, auténticos pulmones del planeta.  Y eso no es nada, las petroleras han desplazado comunidades enteras cuyos territorios ya habían sido protegidos por el gobierno ecuatoriano.  Para colmo las distintas iglesias y sectas tienen un auténtico filón aquí. Por el camino vimos docenas de iglesias adventistas, evangélicas, etc...y tienen hasta sus canales de televisión que emiten todo el día.

    En fín, que en sólo una mañana fui testigo de los muchos males de que adolece la Amazonía y que había leído pero no me imaginaba que iban a ser tan evidentes. No en una zona tan relativamente pequeña.

    Por lo demás bien. Fuimos a ver un centro que te explica la cultura huaorani y la cultura shuar (más conocidos como jíbaros). Te explican la forma de vida, organización social, herramientas, usos y costumbres y luego te llevan por la selva a dar un paseo y te van contando usos de plantas medicinales. Fue MUY, PERO QUE MUY INTERESANTE. Los que me conocéis bien, ya sabéis que pa eso que no me gusta a mi ni nada lo de las plantas medicinales... Pues imaginaros aquí.

    Luego dimos un paseo por la selva por una zona que está acondicionada para ello y ya nos volvimos. Me quedo con ganas de internarme más y bajar algún río en canoa, pero eso lo haremos al final del viaje en una reserva del norte, que es además la única zona de selva inundada del país, y esperamos pasar allí 4 ó 5 días.

   Por la noche, de vuelta en Baños, nos fuimos otra vez a las aguas termales, a despedirnos de esta pequeña ciudad donde tan a gusto hemos estado.

    Hoy hemos llegado a Riobamba. Ha sido un día prácticamente de autobús. Primero paramos en Pelileo,  una ciudad famosa por ser donde se fabrican la mayoría de pantalones vaqueros de Ecuador. Imaginaros a qué hemos parado. Un Levis 505, o un Tommy o un Diesel, cuesta aquí entre 7 y 13 $ o sea entre 5 y 9 euros ¿vale la pena parar a hacer unas compritas, no? No es que sea yo de comprar marquitas, pero por menos dinero de lo que vale un pantalón en el rastro te llevas aquí un vaquero de muy buena calidad.

    Luego llegamos a Ambato, pero en vez de seguir directos al sur que sería lo más lógico, hemos decidido dar un rodeo de unos 150 kilómetros y hemos tomado otro autobús cuyo único misterio es que iba a Guaranda, una ciudad que está en la cara sudoeste del Chimborazo, la montaña más alta del Ecuador, que es lo que queríamos ver.  La carretera sube hasta los 4100 metros y pasa a tan sólo 10 Km.. del gigante pero no lo pudimos ver porque se formó una espesa y gélida niebla y no pudimos ver nada. Vamos, que hicimos el viaje en balde, pero por lo menos lo pasamos muy bien en el bus pues en esta zona no están acostumbrados a ver turistas y les llamamos mucho la atención. Lo poco que pudimos ver es similar a la zona de Quilotoa, el altiplano multicolor y las tribus quichuas con sus yamas y sus cabañas de tejados de paja. Y los que suben al autobús, ¡¡cómo huelen a humo!!!

   Luego en el trayecto de Guaranda a Riobamba, se levantó un poco la niebla y pudimos ver parte del glaciar del Chimborazo y las gigantescas y desoladas llanuras que lo rodean. Es increible, la variedad de este país. A tan sólo tres horas de aquí estas en plena Amazonía, con un calor sofocante y exuberante vegetación. Coges un bus y en nada te plantas a más de 4000 metros en unos páramos de paisaje lunar donde la única vegetación que puede sobrevivir son unas masas aisladas de hierba con forma de cojín lleno de espinas. Impresiona.
    El Chimborazo, con sus 6310 metros,  es la montaña mas alta de Ecuador y es el punto más alejado del centro de la Tierra y el más cercano a la Luna debido a la forma achatada de los polos y abultada en el ecuador terrestre. Aunque el Everest lo supera en 2500 metros de altura, no es nada comparado con el abultamiento del ecuador terrestre.

   Bueno, en Riobamba llueve y hace un poco de frío. Otra vez estamos en el altiplano. Mañana intentaremos organizarnos. Nos vamos a separar aproximadamente una semana. Yo me iré dos días al sur, a Cuenca, una ciudad patrimonio de la humanidad y dicen que la mas bonita del país. Javi se irá a intentar la ascensión del Chimborazo, lo que le llevará unos días pues primero tendrá que aclimatarse a la altitud. Luego quiere intentar la ascensión del Cotopaxi, ya que no pudo hacerlo cuando estuvimos en Latacunga y yo aprovecharé para coger un vuelo e irme unos días a las Islas Galápagos.

    Ya os contaré como lo hacemos.  Besos para todos
La Amazonia acorralada por el hombre

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