22 Noviembre 2007
Hola a tod@s ¿cómo estáis?
Nosotros ya estamos en Quito. Después de 25 horas de viaje desde que salimos de Zaragoza a Madrid a coger nuestro vuelo, por fin llegamos. Se hizo duro el viaje, más que otras veces, ya que a las horas de vuelo hay que añadirles las del autobús y la espera. Tuvimos una experiencia muy desagradable en los USA, donde teníamos que cambiar de vuelo. Aunque ya esperábamos que allí podía ser que nos tocaran un poco los huevos y bromeábamos que si igual acabábamos en Guantánamo por la pinta moros que tenemos tanto Javi como yo, la verdad es que no imaginé que pudieran ser tan hijos de puta y con tanta impunidad, pero prefiero no darle más vueltas y disfrutar de Ecuador, donde tan bien nos ha acogido la gente.
La llegada fue espectacular, desde el avión podíamos ver las luces de la gigantesca ciudad que serpentea kilómetros y kilómetros entre lo que llaman
Hoy fuimos a recorrer el casco antiguo. Es muy bonito, con sus estrechas y empinadas calles empedradas, flanqueadas por coloridas casas de estilo colonial español, unas naranjas, otras, azules, otras amarillas y siempre los ribetes de las ventanas y columnas pintados de blanco. Recuerda a los cascos antiguos de Andalucía, al barrio de Santa Cruz de Sevilla por decir algo, pero claro, en un tamaño mucho mayor. Está declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco y la verdad es que tiene rincones encantadores.
Pero además del encanto de su arquitectura, está la vida de sus calles y plazas. La población es de lo más variopinto, desde ejecutivos enfundados en trajes de diseño hasta indígenas del altiplano, con sus sombreros y ponchos de colores vendiendo fruta, pasteles y frituras por las calles. La salida del colegio de los niños es todo un festival de color, con sus diversos uniformes de colores y sus risas, y ¡¡¡hay tantos niños!!!! También hemos visto bandas de música y desfiles de escolares que van tocando tambores, trompetas, flautines y unos extraños xilófonos verticales. En fin que no te aburres en la calle. También hay que andarse con cuidado porque hay bastante gente de mala pinta, la ciudad está llena de carteristas y cacos. Esto no es Asia, hay que ir con un poco más de precaución. Lo de salir por la noche aquí es algo impensable. Pero bueno, esto es lo que hay.
Mañana, seguiremos recorriendo Quito y luego ya veremos para dónde tiramos. Bueno, os dejo, son las ocho y cuarto de la tarde aquí, las dos y cuarto de la madrugada para vosotros. Supongo que estaréis todos en el segundo sueño ya. Nosotros nos vamos a cenar ahora antes de que se haga más tarde, de momento no queremos pisar la calle demasiado por la noche.
Besos para tod@s
Pero además del encanto de su arquitectura, está la vida de sus calles y plazas. La población es de lo más variopinto, desde ejecutivos enfundados en trajes de diseño hasta indígenas del altiplano, con sus sombreros y ponchos de colores vendiendo fruta, pasteles y frituras por las calles. La salida del colegio de los niños es todo un festival de color, con sus diversos uniformes de colores y sus risas, y ¡¡¡hay tantos niños!!!! También hemos visto bandas de música y desfiles de escolares que van tocando tambores, trompetas, flautines y unos extraños xilófonos verticales. En fin que no te aburres en la calle. También hay que andarse con cuidado porque hay bastante gente de mala pinta, la ciudad está llena de carteristas y cacos. Esto no es Asia, hay que ir con un poco más de precaución. Lo de salir por la noche aquí es algo impensable. Pero bueno, esto es lo que hay.
Mañana, seguiremos recorriendo Quito y luego ya veremos para dónde tiramos. Bueno, os dejo, son las ocho y cuarto de la tarde aquí, las dos y cuarto de la madrugada para vosotros. Supongo que estaréis todos en el segundo sueño ya. Nosotros nos vamos a cenar ahora antes de que se haga más tarde, de momento no queremos pisar la calle demasiado por la noche.
Besos para tod@s
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