martes, 19 de julio de 2011

Crónicas de Tailandia 11: La isla del caucho


                            Sábado, 29 de noviembre de 2008

En el ferry cruzando a Ko Lanta
La brisa marina, mezclada con el olor del gasoil, inunda nuestros pulmones. Estamos en la plataforma ferry que cruza a Ko Lanta. Es una plataforma asfaltada que cruza a los vehículos desde el continente a las islas de Ko Lanta Noi, primeramente y luego, tras atravesar esta isla, pasamos a Ko Lanta Yai, que es en la que estamos ahora. Los coches y camiones ocupando toda la plataforma dan una imagen un tanto surrealista. Nos cruzamos con la plataforma que viene en sentido contrario, una especie de tabla flotante llena de vehículos que se mueve lenta y pesadamente cruzando el estrecho que forma el mar. Al fondo, la verde isla cubierta de bosques y manglares.
     Una vez en tierra nos dedicamos a la peregrinación de encontrar alojamiento. Hay muchísimos resorts de bungalows por aquí, muchos de ellos de auténtico lujazo, pero son caros y tenemos que encontrar algo que se acomode a nuestro presupuesto. La verdad es que comparado con todo lo que hemos visto hasta ahora, esta isla es bastante, bastante cara.
     Finalmente encontramos algo que está muy bien y que no nos arruinará demasiado el bolsillo. Son bungalows de bambú y madera, sobre pilotes al estilo tradicional, junto a la playa. Los jardines de alrededor están muy cuidados y grandes palmeras proporcionan sombra. Es un lugar perfecto para venirse en pareja, el sitio promete una bonita luna de miel ja,ja,ja... La costa oeste de esta isla es una sucesión de larguísimas playas de arena blanca y altas palmeras de cocoteros, flanqueadas por interminables complejos de bungalows. Y todo los que están construyendo. Vamos, la imagen que le viene a uno cuando piensa en el Caribe, pues está aquí.


      La costa este, que hemos recorrido esta tarde no tiene nada que ver. Es donde vive la gente de la isla. Son pequeños pueblitos y casas desperdigadas en las lindes de la jungla. Se ve una zona bastante pobre, las casas son muy básicas y la gente se ve bastante desaliñada, aunque siempre te saludan y en sus caras siempre encuentras una sonrisa.

  Hay zona impenetrable de manglares y los cultivos en su mayoría son de árbol del caucho, aunque también hay bastantes plantaciones de cocoteros. Para los que no conozcáis cómo se obtiene el caucho, os diré que se le va practicando una incisión circular al tronco del árbol. De allí gotea poco a poco la savia del árbol, el látex, que va cayendo gota a gota a una pequeña vasija que se ata justo bajo la última incisión. Es de color blanco.
Recogiendo el látex para hacer el caucho


    Luego el contenido se calienta y se forman bolas de látex, listo para ser manufacturado y convertido en neumáticos y otros subproductos. La mayoría de los cultivos de esta isla son de este tipo de árbol.
   












Javi en una parada del camino
 Aquí hay poco que hacer excepto estar tirado en la playa, alquilarte una moto, que es lo que hemos hecho hoy e irte a recorrer la isla. No es muy grande, tiene unos 25 o 30 kilómetros de largo por 5 o 6 de ancho, con lo que la motorbike es una buena manera de recorrerla. Te da toda la independencia y la libertad de llegar a cualquier parte de la isla. Si no te gusta una playa te vas a otra, y si no al interior a ver la selva o parar en cualquier poblado donde casi es un acontecimiento que pares. Se nota que no va mucha gente por esa zona de la isla.
En la isla hay muchos elefantes que se usan para trabajar

    Mañana iremos hacia el sur de la isla donde hay mejores zonas por practicar el snorkel, porque por la zona que hemos estado, aunque sus playas están llenas de restos de coral, los arrecifes brillan por su ausencia. Se ve que el tsunami del 2004 pegó fuerte en esta zona y arrasó los arrecifes.
    Para que no los pille desprevenidos como pasó en el 2004, se ha creado un sistema de alertas de terremoto y tsunamis con base en Bangkok, que supuestamente en media hora daría aviso a todas las zonas de riesgo. En las playas puedes ver carteles alertándote de que estás en zona de riesgo y otros que indican las rutas de evacuación. Es un poco inquietante pensar que eso podría pasar otra vez. Tiene que ser algo horrible ver semejante muro de agua engullendo la costa kilómetros adentro. Pobre gente. En Europa vivimos muy tranquilos, pensamos que nada nos puede pasar, tenemos una sensación de falsa seguridad, pero aquí la gente vive más al día porque es consciente de que nada es duradero.
    
     Respecto al cierre del aeropuerto, la situación parece que sigue igual, pero han abierto un aeropuerto militar al sur de Bangkok y han empezado a desalojar gente por ahí. Aquí la situación es de tranquilidad, pero si el actual gobierno no dimite, seguramente habrá golpe de estado. Tailandia es un país que ha vivido 19 golpes de estado en muy poco tiempo. Pero no son tal como los conocemos nosotros. El último fue hace pocos años, la gente llevaba comida y bebida a los militares. Les obsequiaban con flores y fue una gran fiesta. Esperemos que si vuelve a ocurrir, más si estamos aquí y somos testigos, sea de ese tipo, una gran fiesta.

    El lunes nos pondremos en contacto con la embajada y las líneas aéreas. Vamos a empezar a mover ficha, sin alarmismo, pero nos iremos preparando por lo que pueda pasar.
    Seguiremos informando, je,je,je... Besos para todos/as.
Casas tradicionales y elefantito