Nuestro pequeno avion de helices se posaba sobre la pista de aterrizaje, la sensacion de velocidad era mucho mayor con un pequeno avion de estos que con uno de los grandes con los que hacemos los vuelos intercontinentales.
En cuanto salimos de Yangon y su area de influencia, los campos de cultivo que rodeaban a la ciudad dieron paso a una selva montanosa continua, cientos de kilometros de selva ininterrumpida. Los rios serpenteaban a traves de la selva y varios enormes lagos eran alimentados con cientos de ramificaciones como pequenos capilares acuaticos.
Finalmente, la selva fue cediendo terreno y llegamos a un gigantesco mosaico de bellos colores, las parcelas de tierra roja sin cultivar contrastaban con las parcelas verdes y amarillas, dandole al suelo un aspecto de enorme mosaico visto desde el cielo. Estabamos llegando a nuestro destino.
El aeropuerto de Heho era bastante tranquilo y las infraestructuras un poco primitivas. Las maletas eran cargadas y descargadas con unos carros de plataforma empujados a mano por dos personas y sus ruedas ni siquiera eran de las de camara de aire, sino una llanta cubierta por una tira de caucho. Sorprendia ver estas cosas en este tiempo, la verdad, pero claro, el tiempo es algo muy relativo y hay zonas donde el tiempo se ha quedado un poco estancado en el pasado.
Por lo demas el vuelo fue estupendo, porque en una hora de vuelo y otra de taxi desde Heho a Nyaungshwe, nuestro destino final en esta zona, acababamos de ahorrarnos nada menos que 16 horas de incomodo trayecto en autobus desde Yangon.
Nyaungshwe es el pueblo o pequena ciudad mas grande de todas las que se ubican en las orillas del lago Inle que en realidad es lo que hemos venido a ver aqui. Y debo reconocer que este lugar, en solo dos dias y medio que he pasado aqui ha logrado cautivarme profundamente. Porque uno cuando lleva ya bastantes viajes empieza a resultar mas dificil que algo le sorprenda. Siempre hay pequenas cosas que llaman tu atencion, pero basicamente uno va encontrando la misma cultura, los mismos utensilios, parecidos decorados con algunas variaciones y versiones... entonces acabas acostumbrandote y las cosas ya no te causan la misma sorpresa ni la emocion que te provocaban las primeras veces que las veias.
Pero este lugar, el lago Inle con toda la diversidad humana que vive en el es uno de esos sitios que todavia logran sorprendente y hacer que te de un vuelco el corazon con imagenes realmente bucolicas, como sacadas de un cuento o de un sueno.
Porque lo maravilloso de este lugar son sus pueblos. Pueblos compuestos por casas que se asientan una parte en tierra, digamos mas o menos firme, y otra parte, la mas interesante que se asienta directamente sobre el lago. Las casas que estan sobre el lago se apoyan sobre altos palafitos y se accede a ellas por unas largas escaleras que suben desde los pequenos embarcaderos que hay en todas ellas. Porque aqui la gente se mueve en canoas de madera, aqui no hay motos ni coches, al menos en esta parte de los pueblos, aqui solo valen las canoas.
En algunas partes no demasiado profundas la gente ha ido sacando fango y tierra del fondo del lago y han construido plataformas de tierra donde construyen sus casas. Cuando paseas entre estas calles de agua te sumerjes en un mundo ancestral, todo vuelve a ser como era antes, como ha sido siempre. La gente vive aislada en sus casas rodeadas de agua, en las plataformas de sus embarcaderos se asean, lavan la ropa y los platos. Los patos son los animales de granja por excelencia, vemos corrales flotantes junto a las casas, aunque tambien vemos algunos cerdos que viven en pequenas islas corral que hacen bajo los palafitos y en las islas de vegetacion flotantes se pasean las gallinas. Es todo muy raro y muy sorprendente. Recuerdo que en la novela Cien Anios de Soledad de Gabriel Garcia Marquez hablaban de un pueblo que vivia sobre un lago, toda su existencia se desarrollaba sobre estos pueblos flotantes. Me pregunto si Garcia Marquez no estuvo en el lago Inle y se inspiro aqui para su maravillosa novela.
Me encanta la sensacion de pasear por estas calles de agua, solo se oye el ruido del agua al remar nuestro barquero. Es un suave susurro, aqui los barqueros van de pie sobre estas inestables canoas y reman utilizando una de sus piernas en vez de con los brazos. Es raro verlos y parece incomodo pero tienen muchisima destreza y habilidad. Dicen que han desarrollado este sistema porque al ir de pie tienen mejor vision sobre el lago y sus islas de vegetacion, naturales y artificiales, pero de eso hablare luego.
Cuando vas en la barca en parte estas viviendo su dia a dia, transitas sus calles apenas inexploradas por el turismo, que por cierto es muy, muy escaso afortunadamente para nosotros. La gente te saluda desde las ventanas de sus casas, los ninos te dicen hola en su idioma que viene a sonar algo asi como "mingulaaba", sorprendes a alguien lavandose los dientes en la puerta de su casa, o haciendo la colada en el lago. De repente giras y te encuentras con otra barca que viene hacia ti. Son dos mujeres con sombrero tipo vietnamita, de esos con forma conica hechos de mimbre. Reman acompasadamente, pero lo que mas llama la atencion son sus caras. Parecen gheisas.
Aqui la gente, sobre todo las mujeres, se ponen una especie de proteccion solar natural, muy llamativa, de color amarillento. Se llama Thanakha y se obtiene frotando un tronco de madera parecido al sandalo sobre una piedra plana, a modo de plato. Se le echa agua y se va formando una pasta amarillenta con la que luego se pintan la cara parcial o totalmente y que al secarse proporciona un tono amarillo muy caracteristico. Luego si se hacen el maquillaje tradicional completo marcan sus cejas con un lapiez oscuro y tambien se pintan los labios de rojo con una especie de crema. El resultado es un maquillaje parecido al de las gheisas.
Hoy nos han pintado a Esther en un restaurante flotante mientras nos preparaban la comida. A Esther le han hecho el maquillaje completo, a mi solo la piel, afortunadamente, a ver que iba a parecer yo con esos labios rojos...
Una de las cosas que mas me ha sorprendido del lago Inle son sus huertos flotantes. Cuando lei sobre este asunto antes de venir aqui, me imaginaba que serian pequenos huertos familiares. Pero que va, las extensiones de los cultivos son enormes. Jamas me hubiera imaginado nada asi.
Primero construyen unas plataformas de bambu y sobre ellas apilan tierra sacada del fondo del lago. Las clavan al fondo con unas largas y fuertes canas de bambu y sobre ellas plantan. Estas plataformas flotantes pueden durar hasta 20 anios. Luego crean las estructuras de canias sobre las que crecen las tomateras. Y las filas son inmensas y laaargas... Son una variedad de tomates pequenos, muy, muy sabrosos y tienen muchisimas hectareas plantadas. Esta claro que esto no es para autoconsumo sino para vender al resto del pais pues la produccion tiene que ser gigantesca.
Tambien hay plantaciones flotantes de judias verdes y de calabacines, aunque en menor cantidad. Es muy curioso ver a los aldeanos cuidando sus plantas, navegando entre las filas de cultivo con pequenos barcas y maniobrando entre las filas para acceder a todas partes. Realmente me ha sorprendido, si no lo veo no me lo puedo creer algo asi.
Nos hemos movido mucho en bicicleta tambien, por ambas orillas del lago. El primer dia, el que llegamos a Nyaungshwe alquilamos unas bicis y fuimos tranquilamente por la pista-carretera que va hasta el pueblo Kaung Dhain, un pueblo tipico de etnia Intha (aunque la mayoria de habitantes del lago son de esta etnia, hay otra que son los Pa-o)
Disfrutamos mucho en el viaje, parando a saludar a gente. Recuerdo una parada especialmente bonita. En un rio se banaban un grupo de ninos completamente desnudos y jugaban con dos bufalos de agua que tambien se estaban banando. Un poco mas alla se banaban un grupo de mujeres, supongo que sus madres. Los chicos corrieron hacia mi y jugamos un rato entre grandes risas. Fue un momento muy bonito, de esos que hacen recordar el viaje con nostalgia.
Porque la gente de este pais es realmente entranable. Sus caras son de una felicidad y una sonrisa realmente contagiosa. Son gente muy tranquila y a pesar de las condiciones miserables en las que viven muchos de ellos, son super amables y en cuanto los miras te saludan y sonrien y algunos tratan de hablar contigo aunque no sepan ingles, pero hay cierta comunicacion. Los que tienen ninos pequenos se complacen mucho en dejarte que los cosas y les hagas carantonas y a nosotros pero tambien a ellos se les cae la baba cuando los ninos se rien con nosotros. Llevo pocos dias en este pais, pero la gente parece realmente entranable.
Ese primer dia que alquilamos las bicis tuvimos un pequeno percance que afortunadamente quedo en nada. Aqui anoche muy deprisa, y a las 5 ymedia de la tarde anochece. Ibamos un poco justos de tiempo y la intencion era coger una barca en Kaung Daing para volver a nuestro pueblo. Pero... en un momento dado Esther se paro a hacer una foto sin avisarnos, en algun lugar del pueblo, y cuando me di cuenta y volvimos a buscarla ya no pudimos encontrarla. Dimos varias vueltas y no hubo forma de dar con ella y nadie hablaba ingles, nadie podia decirnos si la habian visto, solo nos ofrecian en ingles lo poco que podian decir que era intentar vendernos el viaje de vuelta en sus canoas. Anochecia muy deprisa y habia que salir de alli y pense que Esther habria pensado lo mismo y habria cogido una barca para volver por su cuenta.
O sea que ante la oscuridad que empezaba a apoderarse del lugar decidimos partir. El primer contacto con el ambiente del lago fue espectacular aunque no lo disfrute del todo pensando en si Esther estaria bien.
Cuando realmente empece a preocuparme fue al llegar a donde teniamos que devolver las bicicletas y ver que ella no habia llegado todavia. Y paso el tiempo, media hora, una hora y no llegaba... Era ya noche cerrada y en estos pueblos no hay apenas iluminacion. Y lo que mas me preocupaba es que me dijo que tenia mala memoria para los nombres y que no solia recordarlos por lo que aunque hubiera venido al pueblo en barca si no recordaba el nombre del hotel como yo me temia, estaba en un gran problema porque en la enorme y oscura extension del pueblo era practicamente imposible que lo encontrara.
El dueno del restaurante donde alquilamos las bicis se ofrecio a ir a buscarla por el pueblo y cogio su moto y se fue para alla. Pero nada, el tiempo pasaba y no venia...
Finalmente la vi aparecer sin bici y acompanada por un senor. Nos conto que no habia cogido barca porque nadie se la ofrecio y que tambien nos busco y cuando no nos encontro decidio volver con la bici por la pista carretera... Imaginaros una pista de poco asfalto y mucha tierra en mitad de un bosque de noche y sin ningun tipo de iluminacion... y por supuesto sin trafico.. bufff... ya con el susto en el cuerpo y sin ver nada por donde avanzaba acerto a pasar por alli un coche y se puso en mitad de la carretera para pararlo. Y bueno, la bici no cabia en el coche y ella estaba agotada o sea que dos de los tres ocupantes del coche se turnaron para venir en la bici hasta un punto donde ya no pudieron mas y la dejaron en una casa para que la guardaran... Esto no lo hace cualquiera, si esto le pasa en Espana alli se queda... dos personas mayores andando en bici iluminados por los faros del coche... durante kilometros... Menos mal que todo salio bien..
El segundo dia alquilamos un bote para todo el dia (20 euros entre 3 personas) y nos fuimos a ver los puntos de mayor interes del lago, desde el pueblo donde tocaba ese dia el mercado que se celebra cada 5 dias hasta las mayores pagodas que se asientan a orillas del lago e incluso en una isla hay otra enorme pagoda, la mas sagrada de todas ellas.
Fue en uno de estos pueblos en Inthain, donde encontramos un grupo de pagodas en ruinas en mitad de la vegetacion. Hay varios grupos de estas pagodas por las colinas circundantes, rodeadas de selvas. Son zedis o estupas construidas con ladrillos de tierra roja y adornadas con estucos de bellos relieves y figuras. El tiempo ha hecho sus estragos llevandose parte del estuco dejando visibles los ladrillos y la vegetacion empieza a apoderarse de sus fisuras. Los Budas que contienen se conservan mas o menos bien. Es un sitio espectacular, propio de una pelicula de Indiana Jones.
Luego, un largo tunel flanqueado por inmensas filas de vendedores de artesanias llegamos a la gran pagoda nueva y alli es donde tengo uno de esos momentos de iluminacion viajera. Al salir alli y encontrarme la estupa central rodeada por cientos de pequenas estupas doradas, blancas, de ladrillo rojo y gris... es una vision tremenda. Me emociona la grandeza de este lugar. Me doy cuenta de que he llegado a uno de esos sitios que veia en las fotos y me hacia anhelar venir a Birmania. Las estupas blancas con agujas doradas resaltan con el sol sobre el fondo verde que lo rodea todo, al fondo el lago Inle cubre kilometros y kilometros, en frente las montanas verdes. Es una vision maravillosa..que bello es viajar por un pais tan hermoso...
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