Miércoles, 03 de diciembre de 2008
El viaje a Ko Lipe ha sido delicioso. Al final, las 6 horas de barco se han convertido en 7 tal y como yo me temía. Pero no importa, realmente lo he disfrutado. Estamos en medio del Océano Indico, estamos en mitad de ninguna parte, sólo los corales y la exuberante vegetación que se aferra tenazmente a cualquier resquicio de tierra que emerge del mar. Ha sido magnifico este viaje en barco.
Hacía un día buenísimo y lo he pasado sobre la cubierta del barco. En mitad de la travesía cambiamos de barco, en alta mar, dejamos nuestro pequeño barquito y cogimos uno mucho más grande y rápido. Era vertiginoso ver como aparecían y desaparecían islas en mitad de la nada. De repente aparecían grupos de peces saltando sobre la superficie del mar, largo rato, casi como si fueran peces voladores. Las aves marinas se lanzaban en picado sobre los peces de la superficie. También vi dos grandes peces agujas haciendo una cosa muy rara, se deslizaban sobre la superficie pero.... verticalmente!!!! con todo su cuerpo fuera del agua y saltando solo sobre su cola, raro, raro, raro...
Después, solo mar abierto, durante un par de horas, y luego... a lo lejos, entre la calima, empieza a dibujarse un contorno montañoso, que cada vez empieza a definirse mejor. Estamos llegando al parque nacional de Ko Tarutao, con sus diversas islas superponiéndose a lo lejos. La llegada a Ko Lipe ha sido emocionante, al acercarnos a la costa hemos alucinado con la trasparencia del agua, podíamos ver los corales allí mismo, pero incluso en el puerto. Se veían estupendos, está plagado de ellos. Las blancas arenas se convierten en color esmeralda cuando se introducen en el mar. Es un paisaje de postal, los oscuros grupos de corales destacan enormemente sobre el mar de color esmeralda. Dios, qué ganas de saltar y ver todo lo que esas aguas esconden...
Luego, entre buscar alojamiento y tal y cual, empieza a anochecer, pero aún hay tiempo para una corta exploración, ya sin luz solar. La calidad del arrecife es buenísima, hay coral por todas partes y en bastante buen estado. Hay cientos de anémonas y nunca antes vi tal cantidad de peces payaso, como el Nemo ese de walt disney, prácticamente todas las anémonas tienen sus inquilinos. Hay unos extraños peces, parecen hojas o trozos de algas. Van cabeza abajo dejándose llevar por la corriente, se mueven al unísono y realmente cuesta distinguir que son peces. Cuando me acerco a mirarlos se ponen de canto para intentar desaparecer un poco más, son increíbles, qué coreografía del camuflaje. Esto promete, pero ya no hay luz, y por lo tanto tampoco hay colorido. Mañana será otro día.
La pequeña y lejana isla se ha vuelto bastante conocida y hay más gente de lo que esperaba. Sólo hay una calle que une la costa norte y la sur y luego senderos entre los bosques, donde viven los paisanos en cabañas de madera con techos de zinc. Son de piel muy oscura, casi negra, pero al igual que en Ko Lanta, son de rasgos malayos.
La pequeña y lejana isla se ha vuelto bastante conocida y hay más gente de lo que esperaba. Sólo hay una calle que une la costa norte y la sur y luego senderos entre los bosques, donde viven los paisanos en cabañas de madera con techos de zinc. Son de piel muy oscura, casi negra, pero al igual que en Ko Lanta, son de rasgos malayos.
Hay varias zonas de bungalows. Los precios son altos, unas tres veces más caros que en el resto del país, desde el precio de una botella de agua, pasando por el de la comida y no te cuento ya las tarifas de internet. A partir de ahora, quizás escriba un poquito menos hasta que vuelva al continente. Aquí no hay donde cambiar dinero y con estos precios hay que estirarlo un poco, aún tenemos que pagar el ferry de vuelta. Lo bueno es que no hay que gastar mucho si uno no quiere. En transporte no gastaremos nada, se va andando a todas partes. El tema de la electricidad es algo más complicado. Todo funciona con generadores, y por lo tanto la electricidad se limita a unas cuantas horas al día. Lo de la basura también está bastante bien montado. La isla esta limpísima, es el sitio más limpio que he visto en todo el país, y Tailandia no es precisamente el país mas sucio que he visto. Pero con tanta gente aquí hay que cuidarlo, si no, nos cargamos esto en cuatro días.
Bueno gente, la cuenta atrás ha empezado, apenas queda una semana para que tenga que volver. Creo que estaremos aquí 4 o 5 días. Si nos alcanza el dinero y si no nos aburrimos de tanta tranquilidad ja,ja,ja... Ahora si que van a ser vacaciones de verdad. Relax y tranquilidad. Por cierto, los bichitos aquí son grandes. Esta tarde al volver, tenía una araña casi como mi palmo en la habitación, bastante gordita, y luego por la noche, al entrar en el baño, había un murciélago. Y eso que el bungalow está muy limpio y bien apañado ¿qué no habrá en los de bamboo, con todas sus rendijas y oquedades?
Besos para todos, desde un paraíso perdido en medio del Océano Indico.
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